Una definición formal, tipo enciclopedia, de qué es el Efecto Mandela sería: “Un fenómeno de percepción de la realidad en la que una gran cantidad de personas dicen tener claros recuerdos de cosas y sucesos que nunca ocurrieron o que son diferentes (poco o mucho) a lo que señala la historia. Los afectados por el Efecto Mandela recuerdan fuerte, clara y vívidamente algo, y cuando buscan evidencia de ello, encuentran que las cosas son distintas a como las recuerdan; pero no porque hayan cambiado de un tiempo a la fecha, sino que, de acuerdo con los registros históricos, nunca han sido de la forma en que las recuerdan, o en algunos casos incluso nunca sucedieron, por lo que sus recuerdos parecen no tener ninguna justificación».
Se dice que no vemos las cosas como son, sino como somos, lo que significa que nuestra percepción varía de acuerdo con nuestro punto de observación, nuestras creencias, nuestras propias experiencias y expectativas; y al recordar las cosas, el cerebro toma en cuenta todo eso, y nuestras memorias se ven afectadas por los mismos factores. Si nos basamos en lo anterior podríamos pensar que el E.M. sólo es un tema de mala memoria, falsos recuerdos, falta de atención o alucinaciones.
Y sí, en parte puede ser cierto: algunas de las cosas que la gente señala como “cambiadas” o “distintas” pueden estar vinculadas a esas fallas en los procesos cerebrales, y en ese sentido sí podrían catalogarse como un error en la percepción de la realidad. Lamentablemente, los detractores (también llamados «debunkers») del fenómeno, se quedan sólo con este tipo de casos, y por eso lo desestiman diciendo simplemente que la gente no recuerda bien.
Pero el E.M. es mucho más: existen muchísimos cambios -que yo catalogaría como “Verdaderos Efectos Mandela”- en los que el recuerdo va más allá de sólo la memoria, y están vinculados a momentos o vivencias personales que involucran una sensación de confianza y seguridad en el recuerdo mucho más fuerte que un “sí, tal vez no lo recuerdo bien”, o un “es posible que no haya puesto atención”. Los verdaderos E.M. no son sólo recuerdos, son vivencias, son sensaciones, es la vida misma.
¿A qué me refiero? Aquí un hipotético y breve ejemplo para comprender mejor qué es el Efecto Mandela.
Imagina que un día sales a la calle y la gente te empieza a llamar con un nombre distinto. Tú no sabes qué pasa, ellos te conocen desde hace mucho y saben tu nombre; ¿por qué te llamarían diferente? Lo primero que piensas es que todos se pusieron de acuerdo para hacerte una broma y no le prestas mucha atención. Al día siguiente te sucede lo mismo, y ya comienza a incomodarte. Al tercer día que te sucede igual, y ya no te parece gracioso, así que tomas tu identificación para mostrársela a todos los que te llaman por otro nombre.
Entonces, con gran sorpresa miras que en tu propia identificación tu nombre está escrito diferente, así como te han estado llamando. ¿Qué sucede? Piensas que estás soñando o es una broma muy bien elaborada en la que incluso cambiaron tus documentos.
Contactas algunos amigos y familiares, incluso algunas personas que no has visto desde hace mucho tiempo, y todos ellos también te llaman por ese otro nombre. Para este punto ya todo te parece demasiado raro. ¿Cómo pudieron ponerse de acuerdo? ¿Quién los contactó? Piensas en alguien que conociste, que ninguno de tus actuales contactos conoce y que «quien esté detrás de esta broma» no sabría de su existencia; y al contactar a esa persona también te llama por ese otro nombre… ¡Es imposible! Eso sí ya te asusta.
¿Qué sentirías? ¿Qué pensarías? ¿Dudarías de cómo te llamas? ¿Pensarías que no recuerdas tu propio nombre? Podrías sentir que quizás te estás volviendo loco. Revisas tus documentos oficiales y ves que en todos ellos el nombre escrito es ese otro. Buscas en las cosas que tienes guardadas, en correspondencia antigua, en todo lo que pudiera tener tu nombre escrito desde hace mucho, y todo lo que encuentras está así, con ese otro nombre. ¿Qué está pasando? ¿Quién, cómo, cuándo cambió todo?
Parece una película de Ciencia Ficción, ¿no? Pues no: más o menos así es el Efecto Mandela.
Desesperado, asustado y creyéndote loco, te dices a ti mismo (tal vez no muy convencido, pero tratando de combatir la angustia y de tranquilizar a tu cerebro) que la realidad frente a ti debe tener la razón: “si todos los que me conocen me llaman así, y si todos los registros indican que ese es mi nombre, ese debe ser, seguramente yo lo recuerdo mal… Pero, ¿será posible que algo tan mío, tan personal, no lo recuerde bien?«.
Y entonces sucede lo verdaderamente inexplicable y que te hace darte cuenta de que no estás loco: alguien te llama por el nombre que tú recuerdas, y esa persona también está 100% segura de que ese es tu nombre, no como dicen tus documentos. Al saber eso, decides aferrarte a tu recuerdo y seguir buscando; y el buscar más a fondo finalmente encuentras más gente que también te recuerda con ese nombre.
Y no sólo eso, eventualmente encuentras también evidencias que respaldan ese recuerdo. ¿Cómo es posible? Si todo es diferente, si la realidad dice que te llamas de otra forma, ¿por qué hay algunas personas que recuerdan lo mismo que tú, y cómo es que existen cosas que sí tienen ese otro nombre que tú recuerdas? ¿Cuál es LA REALIDAD, la que dicta tu memoria o la que dicen los registros y la historia?
Esta es justamente la forma en la que se experimenta el Efecto Mandela.
Si seguiste el ejemplo y trataste de ponerte en esa situación, quizás te habrás sentido nervioso, incómodo, desconcertado, incluso con miedo; habrás sentido que te estás volviendo loco y sobre todo: habrás puesto en duda tus recuerdos. Todas esas sensaciones se hacen presentes cuando te enfrentas con un Verdadero Efecto Mandela.
Y sí, honestamente este ejemplo es un poco exagerado: al menos hasta ahora no he encontrado a nadie que le haya sucedido exactamente eso, pero sirve para ejemplificar qué es el Efecto Mandela, como están pasando las cosas y cómo se están manifestando los cambios, pues hay gente que ha reportado historias personales así de imposibles, así de increíbles, como lo irás viendo más adelante.
¿Cuál es El Origen del Efecto Mandela?
Si llegaste directo aquí pero no has leído toda la primera parte del sitio, te recomiendo hacerlo antes de seguir avanzando, para entender al 100% de qué se trata el Efecto Mandela y todos los conceptos relacionados.