Esta es una guía lo más completa posible para entender el Efecto Mandela. Es mucha información, así que prepárate para leer bastante; pero es que este tema no es fácil, y comprenderlo a fondo requiere su tiempo.
Aquí podrás encontrar las bases generales, y hasta abajo verás los enlaces a cada uno de los apartados para estudiarlos más a fondo. Al terminar de leerlo todo, estarás preparado para ir a los ejemplos de cosas que se recuerdan cambiadas, y conocerás y entenderás mejor el fenómeno y su terminología.
Si apenas comienzas a conocer sobre esto, ve con calma, toma tu tiempo, lee un poco y regresa después si es necesario. Entre más información tengas, y entre más clara esté, si vives el fenómeno sabrás cómo manejarlo y cómo poder explicarlo a los demás; y si no lo experimentas, al menos tendrás los suficientes elementos como para estudiarlo y así te podrás dar cuenta de que es mucho más profundo de lo que se cree, y que tiene una justificación real.
Una definición formal, tipo enciclopedia, de qué es el Efecto Mandela sería: “Un fenómeno de percepción de la realidad en la que una gran cantidad de personas dicen tener claros recuerdos de cosas y sucesos que nunca ocurrieron o que son diferentes (poco o mucho) a lo que señala la historia.
Los afectados por el Efecto Mandela recuerdan fuerte, clara y vívidamente algo, y cuando buscan evidencia de ello, encuentran que las cosas son distintas a como las recuerdan; pero no porque hayan cambiado de un tiempo a la fecha, sino que, de acuerdo con los registros históricos, nunca han sido de la forma en que las recuerdan, o en algunos casos incluso nunca sucedieron, por lo que sus recuerdos parecen no tener ninguna justificación».
Tal vez con esa definición no quede muy claro lo complejo del fenómeno, pero eso es sólo el principio.
REALITY IS MERELY AN ILLUSION, ALBEIT IS A VERY PERSISTING ONE.
(La realidad es sólo una ilusión, aunque es una ilusión muy persistente)
¿Por qué se llama Efecto Mandela?
A Nelson Mandela se le ha asociado con este extraño fenómeno sin que en realidad él tenga nada que ver; se han sugerido varios nombres alternos, pero de momento se le sigue conociendo como el Efecto Mandela (en inglés, Mandela Effect).
En 2013, tras la muerte de Nelson Mandela, algunas personas comenzaron a preguntarse si él no había muerto ya, pues tenían recuerdos de su muerte años atrás en la cárcel, y para ellos Mandela nunca salió, ni fue presidente, ni ganó el Premio Nobel de la Paz, simplemente murió en la cárcel.
Esto pudo tomarse como falta de memoria, de conocimientos o hasta como una locura colectiva; sin embargo, poco a poco surgieron otros ejemplos de recuerdos “diferentes”, y más gente empezó a notarlos y comentarlos. Se comenzó entonces a hablar de “cambios en la realidad”, y cad una de esas diferencias entre los recuerdos y la realidad se le llamó Efecto Mandela (igualmente se conoció así al fenómeno en general). Actualmente, la lista de Efectos Mandela es inmensa, y la cantidad de gente que los está experimentando crece día a día. Y cada vez es más evidente que está muy lejos de ser sólo un error de percepción o falta de memoria. Ya lo iremos explicando aquí.
¿Qué originó el Efecto Mandela?
Si el tema es algo complicado, sus posibles explicaciones lo son mucho más. Hay diversas teorías, desde las que parecen más cercanas a la lógica, hasta las que suenan demasiado alocadas, pero ninguna ha podido ser confirmada ni descartada por completo. Esta es -brevemente, porque más adelante la explico a fondo- mi propia teoría:
Vivimos en un Multiverso, es decir, coexistimos con una infinidad de Universos Paralelos o Dimensiones Alternas donde las cosas pasan de forma muy similar, pero con ligeros cambios. Estas Dimensiones Paralelas coexisten con la nuestra, pero cada una tiene una frecuencia de vibración diferente y por eso usualmente no se pueden ver entre sí. Pero desde hace un tiempo para acá, algo alteró las frecuencias, las igualó y generó una especie de Mezcla de Dimensiones, provocando que en nuestro Universo estemos viendo cosas que no encajen y sean distintas a como las vivimos y recordamos, o incluso que nunca sucedieron en nuestra «anterior» realidad.
Sí, parece algo de Ciencia Ficción, pero entre más conozcas del tema verás que de alguna manera, tiene sentido.
El Efecto Mandela es algo muy personal, depende únicamente de tus propios recuerdos.
Por eso al estudiarlo, es fundamental ser muy honesto contigo mismo y responderte con total sinceridad:
“¿Qué tan seguro estoy de esto?”
Nadie, absolutamente nadie, puede responder esa pregunta por ti: son tus recuerdos, no de los demás.
¿Cómo se manifiesta el Efecto Mandela?
Hablamos de un Efecto Mandela cuando un día te das cuenta de que algo que recuerdas claramente, «ahora» luce distinto; y cuando revisas la historia de eso que estás observando, descubres que siempre ha sido como es «ahora», diferente a como tú lo recuerdas, como si ese recuerdo tuyo no tuviera ninguna razón de ser. Lo curioso es que hay literalmente miles de personas experimentando esta sensación de que la realidad ha sido modificada, y muchas probablemente recuerden cosas de la misma forma en que tú lo haces.
Es importante destacar que el Efecto Mandela se vive de manera personal, no se requiere que mucha gente recuerde lo mismo, con que tú estés 100% seguro de eso, es suficiente. Aún así, una buena parte de la gente que lo vive tiene recuerdos similares, con los mismos detalles; aunque al final no hay uniformidad, pues de toda una posible lista, hay quien ve el 100% de esos cambios, otros el 60%, otros el 20%, e incluso quienes no ven nada distinto, para quienes todo está igual, las cosas siempre han sido así, y nada ha cambiado.
Estos llamados «cambios» (diferencias entre los recuerdos y la realidad) se han reportado muchas veces en relación con cosas que parecen sin importancia, de poca relevancia o que pueden cuestionarse con facilidad, como marcas comerciales, logos de empresas o productos, frases de series o películas, canciones y más. A estos se les podría llamar «Pequeños cambios». Pero no se queda ahí, los aspectos que abarca el Efecto Mandela son muchos más, y algunos de verdadera trascendencia mundial, mucho más difíciles de explicar y que no se pueden minimizar con explicaciones simples; entre esos están: cambios en el sistema Solar, la geografía Mundial, Historia, Arte, incluso la anatomía Humana y varios más. A esos, yo les he dado por llamar «Grandes cambios».
Vivir el E.M puede ser impresionante, depende del nivel de «afectación» que tengas (qué tantas diferencias encuentres entre la realidad y tus recuerdos). Si ves una o dos cosas distintas, pensarás que es algo sin importancia, pero si notas muchas diferencias quizás sí podría alterarte. Pero no te preocupes, al conocerlo bien podrás asimilarlo mejor, y aquí estamos para eso, compartir información y apoyarnos.
Cuestiona la realidad, confía en tus recuerdos.
Si has sido tocado por el Efecto Mandela y no sabes qué hacer, mi mejor consejo es: confía en tus recuerdos. Darte cuenta de que tu realidad no es como la recuerdas puede ser impactante, pero si estás seguro de esos recuerdos, cuestiona la realidad, no te sientas mal por hacer eso: no estás loco.
Es cierto que la memoria suele ser débil y poco confiable, llena los huecos y nos puede engañar; y si eres sincero contigo mismo, seguro hay muchas cosas de las que no estás 100% seguro. Pero también hay otras cosas que están más allá de tu memoria, que están dentro de ti, que te son muy cercanas, que no hay forma de que las estés recordando mal, que tú sabes, sientes y vives ese recuerdo. Son esos casos los que se pueden considerar un verdadero Efecto Mandela.
El cerebro funciona de forma curiosa: al notar esa inconsistencia entre tu memoria y la realidad, lo primero que hará será decirte que no pusiste atención, que tu recuerdo fue alterado con el tiempo, que estás envejeciendo, que las cosas nunca han sido como tú las recuerdas, etc.
Esto es un mecanismo de defensa propio de la mente para hacerte sentir seguro, para evitar la ansiedad y alejarse de la idea de que estás loco. Pensar en que la realidad haya cambiado pone al cerebro en estrés y tensión, por eso tratará de convencerte de que eso es imposible, de que te equivocas, y suele ser muy insistente con esos pensamientos.
Esa es una de las razones por las que para la mayoría de las personas que se enfrentan al fenómeno les resulta mucho más fácil adoptar la idea de que su memoria falló, y simplemente no le dan importancia; de ese modo pueden seguir adelante con sus vidas y no ponen su cerebro en conflicto.
Pero si decides aferrarte a tu recuerdo y luchas contra esa corriente, literalmente te pones en contra de tu propio cerebro y de la realidad, y si decides defender tu memoria, aún cuando los demás perciban la realidad distinta… entonces no sólo has sido tocado por el Efecto Mandela: has despertado.
Y una vez que has llegado a este punto, confía en ti, mantente firme y seguro, cuida tus recuerdos y no te dejes intimidar por lo que los demás digan.
La mente acepta con cierta facilidad el cambio, puede manejarlo;
pero le incomoda mucho la incertidumbre y no sabe cómo manejar lo que considera imposible.
Como te decía, esta es sólo la base, aquí están los enlaces a cada apartado para adentrarte a fondo en esta guía. Si comienzas por el primero, el texto te irá llevando a los demás.
⇒ ¿Cuál es El Origen del Efecto Mandela?
Esta guía es muy teórica y explicativa, pues la hice con base en mi propia metodología de:
⇒ ¿Cómo hablar del Efecto Mandela?
Primero describir el fenómeno en general y ya después hablar de los cambios reportados.
Si estás pensando en contarle a alguien sobre esto, te invito a leer esa publicación que quizás te pueda ser útil.
Si ya conoces el fenómeno, o si esta explicación general fue suficiente para entenderlo,
o si ya quieres seguir adelante y adentrarte de lleno a los cambios en la realidad, te invito a conocer
Mi experiencia con el Efecto Mandela.
Recorre conmigo mi propio camino personal desde que descubrí esto, y observa qué tanto te identificas.