La Teoría de la Mala Memoria

Si no has leído el post donde expongo ampliamente mi teoría sobre las Dimensiones Paralelas Mezclándose, que es lo que yo creo que puede estar provocando el Efecto Mandela, te invito a que la leas y luego regreses aquí a revisar estas otras teorías que hay por ahí para tratar de explicar este fenómeno.

¿Será el Efecto Mandela una cuestión de mala memoria y confabulación?

Al hablar de las diversas teorías para explicar el E.M., obviamente la primera que se debe mencionar es la 100% escéptica, que no le da la más mínima credibilidad al fenómeno y dice que todos tenemos mala memoria, estamos locos, tontos y que nos dejamos engañar por confabulaciones y estupideces.

Muchos de quienes tratan de desmentir el E.M. lo hacen con esta base, y señalan que la memoria suele fallar con facilidad, que rellena los huecos y que no distingue los verdaderos recuerdos de las fantasías. He visto muchos videos de psicólogos simplificando el fenómeno de esta forma, ejemplificando las fallas más comunes de la memoria y pensando que de ese modo le pueden dar una respuesta contundente a todas las vertientes que plantea el Efecto Mandela.

Sí, es lo más “lógico” y “realista”; cualquier otra idea es «demasiado fantasiosa», «de ficción» y «no científica». Es la explicación más simple, y como dice la famosa Navaja de Ockham: «Cuando dos teorías en igualdad de condiciones tienen las mismas consecuencias, la explicación más sencilla suele ser más probable que la compleja», por eso es normal que la mayoría de la gente use la mala memoria como la «mejor» explicación.

Los que se apegan a esta teoría señalan que quienes vivimos el Efecto Mandela sufrimos de Confabulación. ¿Qué es esto? La definición de diccionario podría ser: «Acuerdo o convenio secreto entre personas, normalmente para cometer alguna fechoría o para perjudicar a otras»; y en términos psicológicos «consiste en que la persona rellena las lagunas de su memoria con experiencias inventadas que en realidad nunca han ocurrido», además,  «el enfermo NO es consciente de que lo que cuenta NO es cierto». Puedes leer un poco más de esto aquí: La Confabulación en Psiquiatría (el link abre en una nueva ventana).

Y siguiendo con explicaciones de cómo funciona nuestra mente podemos señalar que:

«El cerebro tiene una poderosa habilidad de llenar huecos y encontrar asociaciones en tramas, en fin, de crear historias que tengan sentido utilizando los materiales de nuestra percepción y memoria; el problema es que estas historias no son recuentos necesariamente veraces, sino recolecciones o «summas» parecidas a sueños».

Extraído de: Confabulación: cuando las historias que cuentas sobre ti no son realmente ciertas (el link abre en una nueva ventana); donde puedes leer un poco más sobre la Confabulación y cómo se reconoce como un proceso natural y hasta necesario de nuestra mente.

Todo eso es muy válido, la mente funciona de maneras muy misteriosas; y sí, la memoria suele fallar, completar, llenar huecos y acomodar las cosas de acuerdo con nuestro contexto y nuestras experiencias. Sin embargo, al hablar del Efecto Mandela, esta explicación es demasiado simplista y se queda en la superficie del tema. Es posible que algunas de las cosas que la gente señala cambiadas puedan explicarse por su mala memoria, sí, pero desmentir 3, 5 o hasta 10 casos de esa forma no desmiente del todo el fenómeno.

Cuando te adentras a fondo en el E.M. descubres que los cambios van mucho más allá de cosas que se puedan recordar mal, y sobre todo, puedes observar la gran cantidad de evidencia residual existente.

Esto para mí es clave: si fuera cosa de confabulación implicaría que algunas personas se pusieron de acuerdo para engañar a otras repitiendo una mentira hasta que se creyera como cierta; como que yo dijera tantas veces que C-3PO era completamente dorado hasta que tú lo creyeras y lo vieras como tu propia realidad, y luego lo repitieras también sin darte cuenta de que es una mentira. Pero entonces, ¿cómo explicar toda esa evidencia residual, si quienes la crearon no estuvieron en contacto con los «confabuladores» e incluso pudieron estar separados no sólo por distancia sino por años?

Es difícil y muy poco probable que miles o cientos de miles de personas sufran de mala memoria sobre exactamente las mismas cosas y su mente haga confabulaciones sobre los mismos detalles. Además, en muchas ocasiones lo que descubres «cambiado» no te lo dice nadie, es algo que encuentras por ti mismo -a mí me ha pasado con varias cosas-, así que no has sido influenciado por «confabuladores»; y cuando comparas tu memoria con la de otros y ves que coincide, te das cuenta de que no es una confabulación tuya.

Por todo eso, en mi opinión es muy difícil sostener la idea de que nada está pasando y que todo es producto de la mente y la mala memoria de la gente. Cuando de verdad te adentras en él, el Efecto Mandela muestra que la realidad supera a la ficción, y que no siempre la explicación más simple es la más probable. Y en este sitio mostraré toda la información y evidencias que he recopilado y que ponen en duda esta teoría simplista de que todo es un invento.

Aquí cabe añadir otro apartado: hay también quienes señalan que el fenómeno no es real, sino que es una operación psicológica (psyop) perpetrada desde el gobierno o la élite mundial para controlarnos, manipularnos, engañarnos o distraernos, y que quienes «caemos» en eso somos unos tontos y unos «borregos» que se creen todo. No dudo que sí hagan ese tipo de cosas, pero lo mismo que ya he explicado sirve para contrarrestar esta postura; además, los cambios pueden llegar a ser tan personales e íntimos, que es casi imposible que los dirigentes del mundo lo hubieran arreglado.

¿Cómo podría algún gobierno modificar las fotografías de una fiesta, si estuvieron guardadas en un álbum familiar durante años, y que al revisarlas muestran algo en la imagen que todos en la familia recuerdan por completo diferente? Ya hablaré más adelante de este interesante caso, compartido por una buena amiga.

Como ya lo he dicho, el Efecto Mandela es la cosa más extraordinaria, extraña, fantástica e inverosímil que le ha pasado a la humanidad en la historia; no hay nada que se acerque a la complejidad de este fenómeno. Por eso es muy difícil de aceptar, lo más sencillo es simplemente negarlo, seguir adelante y calificarlo como una tontería, mala memoria de la gente, confabulación orquestada por los grupos de poder y los Illuminati o cosas así. Pero hasta los más escépticos y detractores del fenómeno aceptarán que aunque hay cosas que no se recuerdan bien, hay otras que simplemente se quedan tatuadas en la mente y es imposible recordarlas mal; y son ese tipo de cosas a las que hay que ponerles más atención al estudiar el E.M.

Toda idea es respetable, y si esta es con la que te quedas, adelante. Yo estoy seguro –de acuerdo con mi teoría de los Universos Paralelos mezclándose– de que incluso quienes hoy día opinan de ese modo (quizás porque su consciencia siempre ha estado en este Universo; o porque por miedo o escepticismo mal entendido se niegan a abrirse a otras posibilidades, aún si también llegan a notar algún cambio), pronto encontrarán algo que los haga dudar fuertemente de sus recuerdos, ya que las Dimensiones Paralelas se siguen mezclando, nuestras conciencias continúan viajando, y eventualmente habrá grandes y notorios cambios para todos.

¿Qué opinas? ¿Crees que la mala memoria es la explicación al Efecto Mandela?